dimarts, 20 de març del 2012

Campaña de acoso y derribo contra el sector docente


Supongo que a nadie se le escapa a estas alturas de la película, que hay una campaña de desprestigio (por no decir acoso y derribo) contra el sector docente. En los últimos tiempos se está considerando al docente como el gran culpable de la crisis económica, el vago, el que tiene un trabajo garantizado de por vida, el que siempre está de vacaciones, el que tiene un “maravilloso” salario que no se merece, etc.
¿Qué ha cambiado en nuestra sociedad para pasar de “docentes de prestigio” a “vividores vaguetes”? ¿Habrá sido una crisis económica provocada por los desmanes que han hecho algunos apoyados por la casta política de nuestro país? O, ¿habrán sido los docentes que, día tras día, luchan en sus aulas por ofrecer un futuro digno a sus alumnos? Yo lo tenía medianamente claro pero, como supongo que soy docente (y por ello parte implicada), mi opinión puede ser muy sesgada y cuestionable. Además, si leo la prensa y los comentarios que se realizan sobre los recortes que se están dando en el colectivo docente, aprobados por una gran parte de los mismos que los comentan y, ratificados en las urnas por los votantes de los dos partidos mayoritarios, creo que quizás me esté equivocando.
El otro día me pasaron una noticia donde se hablaba de que unos chavales habían cortado los frenos de su profesora. Han sido acusados de intento de homicidio. Supongo que les absolverán. ¿No estaban simplemente intentando eliminar un parásito de la sociedad? Al menos eso es lo que se está vendiendo. Parásitos, vagos, escaqueados, malos profesionales, etc.
La última en la frente. De anteayer para ser más exactos. La Conselleria valenciana dice que los “vaguetes” ya empieza a ser hora que trabajen en julio. Que no puede ser que vivan tan bien que tengan dos meses de fiesta en verano. Eso sí, dejando caer que eso lo hacen para “ayudar a recuperar el prestigio del profesorado”. Increíble, manipulativo y cierto.
Eso sí, la noticia anterior aderezada con lo que les cuesta cada funcionario a los valencianos. Un monto de 1228 euros al año. Curiosamente, dicha cifra tan baja en comparación con los países de la UE, se está vendiendo como un gran coste para el contribuyente. Sanidad, Educación y Seguridad gratis y de calidad, amén de otros servicios incluidos en ese precio a 100 euros al mes es una ganga. Una auténtica ganga. Por el precio de una cena y unas copas para cuatro en una noche se pagan los servicios básicos y de calidad. Supongo que siempre habrá quien prefiera esa cena con sus consiguientes copas antes de que sus hijos reciban una Educación de calidad o sea atendido sanitariamente en condiciones. La audiencia de la telebasura en este país parece que así lo indique.
Pero dejemos de generalizar y hablemos de lo que vivo, siento y palpo. Siento impotencia, enfado, rabia, agresividad, etc. Siento que están jugando con fuego. Siento que al final se van a quemar. Siento que la “burbuja” y la “capacidad de aguante” está llegando a su límite.
¿Tan cortos son los políticos para no verlo? Prefiero no contestar a la pregunta. Simplemente os recomiendo que echéis un vistazo a la web de la Conselleria de Educación de la Generalitat Valenciana. Reconvertida la primera página en una Vogue de pacotilla. Consellera a tutiplén. Con su maravilloso currículum en una maravillosa Universidad privada. Añadiendo ese gran trabajo en prestigioso despacho. ¡Qué curioso que una recién licenciada en derecho tenga su despacho al acabar la carrera! Pero dejemos a la consellera, tan sólo un ejemplo de la casta política que está aterrizando en los sillones de este país, y vayamos a algo más importante: la manipulación sobre la cuestión de trabajar en julio que, si no hubiera sido por las divagaciones que últimamente hago, sería el núcleo del artículo.
Los alumnos en España no hacen menos horas que los de la UE (a los datos de la OCDE, que cuelgo en el siguiente gráfico, me remito).
Eso sí, manipular los datos es muy útil. Además, si consideramos los centros educativos como simples aparcaderos de “chavales” nunca serán suficientes las horas para estabularlos.
Un redactado lo suficientemente incoherente para expresar los sentimientos de un docente que ya ha pasado por las etapas de dudas, cabreos iniciales y sentimiento de impotencia. Supongo que quedará la aceptación y, esperemos que no haya necesidad de ello, la reacción descontrolada.
Per JORDI MARTÍ: http://www.xarxatic.com/campana-de-acoso-y-derribo-contra-el-sector-docente/